Los «fillers» se tratan de sustancias las cuales están hechas a base de ácido hialurónico y proteínas que se inyectan mayormente en la cara y cuello de dos formas: como remodelador del rostro o como tratamiento anti-aging. En el segundo caso, los fillers se aplican a personas de más de 30 años en áreas donde hay pérdida de elasticidad y firmeza, mientras que en el primer caso se pueden inyectar desde los 18 años para voluminizar o armonizar las facciones.